El sur de Portugal esconde parte de sus encantos en la zona del Algarve. Los hermosos acantilados repletos de senderos, sus playas de arena fina, su gente, su comida, el viento en el del Cabo San Vicente, ..... y muchas más razones para visitar la zona más meridional del país vecino.
Sus playas, bañadas por el Atlántico, son de arena finísima que nos permite hacer largas tiradas corriendo descalzo por la orilla del océano con un simple bañador (minimalismo extremo); sabiendo que en cualquier momento puedes darte un chapuzón y refrescarte.
Pero lo que me cautivó fue la maraña de senderos que se asoman literalmente a las espumosas aguas desde esos privilegiados balcones. Caminos que suben y bajan a las pequeñas calas de finísima arena, escondidas entre las majestuosas murallas rocosas.
(También os dejo un vídeo).