Como cualquier discreta invasión, empezamos a llegar en oleadas. El campamento base lo teníamos en Alpedrete, a unos 10 minutos de Navacerrada.
El jueves llegamos unos cuantos, ya tarde. El viernes a media mañana engrosa el grupo y nos vamos a degustar el cochinillo de Segovia. La visita se complicó luego con el vino una vez metidos en faena. Cuando llegamos al campo base nos juntamos con el resto del equipo. Un poco de futbol, unas cervecitas y a dormir que al amanecer empezaba el gran día.
A las siete de la mañana nos fuimos hacia Navacerrada. El ambiente en el poli ya ponía los pelos de punta. Lamentablemente nuestros Fernandos (Fdez y Serrano), a pesar de estar inscritos, no pudieron tomar la salida por problemas de lesiones. Representando a nuestro club y a nuestra ciudad teníamos a:
nuestro “Escoba” adoptado Alberto, Rafa Álvarez, Curro, Paco y Rafa Argote.
Argote y Curro son ultras experimentados, pero el resto se estrenaban en este tipo de batallas, y de qué manera.
Toman la salida más de 500 corredores de los que , adelantamos, llegará aproximadamente la mitad. Sirva el dato para vislumbrar la dureza del evento.
Los acompañantes seguiríamos la carrera todo lo que pudiésemos, aprovechando los avituallamientos y zonas a las que se accedieran con los coches. Afortunadamente Paqui, la mujer de Paco, lo traía todo bien estudiado.
Dan la salida, neutralizada hasta la plaza de toros y salimos Fernando Fdez y yo para intentar verlos subiendo hacia La Maliciosa. Llegamos con tiempo, avanzamos hasta nos permitieron con el coche y empezamos a subir por el sendero. Entre los primeros reconocimos a Luis Alonso y a un granaino que llegó segundo en Sierra Elvira, natural de Santa Fé (como de costumbre no recuerdo el nombre).
Los esperamos a mitad de camino y los sorprendemos. Primero iba Paco, luego Argote y Curro, seguido de Alberto, Álvarez y los malagueños Diego y Pepa (también complices en la operación cochinillo y vino de Segovia). Empieza a llover y la niebla difumina los picos. Nos volvemos corriendo para esperarlos en Canto Cochino.
Ya habían pasado los primeros y mientras llegaban los nuestros, nos hicimos otro tramo de sendero corriendo hacia arriba. Venían mojados y había gente que se despistó con la niebla. En este avituallamiento había un barecillo ideal para el equipo de apoyo.
Se nos iban distanciando cada vez más, pero los veíamos enteros, claro estábamos en el km 18. Curro llegó con un esguince en el tobillo. No había reflex ni nada parecido y tenía un huevo considerable. Hasta la Ermita de San Blas no podíamos proporcinarle tratamiento, allí estaba Paqui y los peques esperando a su héroe.
Zona menos atractiva que lo habíamos visto anteriormente. Lugar de transición entre las Dehesilla y la Morcuera.
Éste último, era el tercer pico de los cinco que tenían que subir. Paisaje típico de alta montaña, a 1776 m, hacía viento y frío al medio día. El orden de los nuestros se altera, llega Argote, Paco, Curro, Alberto y Álvarez. Comen un poco de pasta que llevaba preparada Paqui y para abajo, hacia Racafría.
Comimos en este pueblo y buscamos un sitio estratégico para tomar café y animar a Paco y Argote.
Nos vamos hacia las Presillas, muy cerquita, junto al Monasterio, donde había otro avituallamiento. En el río había unas pozas artificiales enormes rodeadas de cespe, chiringo y todo de dulce. El sitio ideal para pegarse un baño y esperar al resto de la expedición.
Estamos en el km 50 y queda subir Peñalara, cuarto de los cinco picos de la carrera. En este trayecto desde Rascafría a La Granja había casi 30 km donde no podíamos verlos y con la subida más alta de todo el recorrido, con una bajada bastante técnica que todos intentaban no tener que hacerla de noche. Queríamos subir hasta Peñalara para ver pasar a los gladiadores y bajarnos de noche, pero teníamos que sacrificar el futbol.
La Granja precioso, había que buscar un sitio para ver el partido, jugaba España-Paraguay. En la plaza de la iglesia buscamos un bar , ya íbamos orientados, el Castilla que lo regenta Luisete Alonso. Había fotos medallas y la copa de hierro. Al final vimos el partido con la familia de Alonso. El padre nos estuvo contando, orgullosísimo, algunos detalles de la trayectoria de su hijo como corredor. Ya había pasado por el avituallamiento y sabía que iba lesionado.
Parte del equipo de apoyo estaba fuera, de guardia. Y nos llaman que llega Argote, salimos todos corriendo y cuando estamos con él se lía el follón del penalti que para Casillas ( cuando oímos las voces creíamos que era gol de España) luego el penalti nuestro (pensábamos que había marcado otro gol). Nos vamos otra vez al futbol y llega Paco que se había despistado bajando de Peñalara, perdiendo 15 o 20 minutos.
El partido fue un ir y venir del bar al control. Marca Villa (83') y llega Curro con su huevo en el tobillo, cansado, pero el tío sigue.
Teníamos dos frentes deportivos abiertos a cual más emocionante y tan entregados con los dos, que Mario, el más pequeño del grupo, cuando estábamos viendo el partido coreaba: “Curro”, “Curro”(mas bien “Cuddo”, “Cuddo”).
La gente de la Granja maravillosa, nos acogieron divinamente y cada vez que pasaba un corredor brotaba un clamor generalizado.
En este punto de la carrera ya decían los corredores que había mas km de los que decía la organización , al final, según los GPS salieron 118 Km.
Ya era de noche y quedaba el último pico y más de 30 km hasta meta.
Nos cuentan que en el puerto de Navacerrada se juntaron Paco y Argote, y terminaron juntos ( poco más de 20 horas). Les siguió Curro, Alberto y Álvarez. De los malagueños, Diego abandonó por una lesión y Pepa llegó la sexta de su categoría.
Todos están pletóricos, exultantes por la gesta conseguida. Felicidades para todos y gracias.
Hubo muchos momentos buenos, buenísimos; pero de los más emocionantes: cuando llegaba un corredor a un control y salía su hijo o hijos corriendo a recibirlo. O cuando partía acompañado por ellos. Todavía me emociono al recordarlo.
Esta crónica espero que se complemente con el punto de vista de los valerosos corredores que han sido los indiscutibles protagonistas de tal azaña.
Saludos traileros.
Jes.
Jes.
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