El Corral del Veleta es uno de esos lugares mágicos cuando están nevados. Y éste era nuestro objetivo para hoy. La excursión es una excusa, un lugar de encuentro.
Al fondo, en el centro, destaca el pico del Lucero y la derecha nuestra Tejeda nevada.
El viento del norte impedía que las nubes de la otra vertiente se nos echaran encima.
Camino de Granada hemos buscado un sitio donde encontrarnos los de Zafarraya ( Jose Canario y JJ), los de Benalmádena (los cuñaos, Salva Peinado y Luís ) y de Córdoba (Fran Marín y yo). Entre pitos y flautas nos han dado más de las 10 para salir de la Hoya de la Mora con todo el equipo.
Salva, Luís, Fran, Jose y JJ.
El amigo Fran se va en 15 días al Kilimanjaro y se está aclimatando.
Es el primer día de nieve después de mucho tiempo y lo comparto con un grupete de amigos de lo mejorcito que puedas encontrar. A Luís lo hemos conocido hoy, pero ha encajado divinamente.
La nieve ha caído esta noche y días anteriores. Los crampones no hacen falta, pero los llevamos puestos. La mayor parte del tiempo vamos atascados, la nieve en polvo hace de las suyas.
Estamos faltos de charla y vamos poco a poco poniéndonos al día aunque nos hacen falta muchas más jornadas. Llegamos a las Posiciones del Veleta para coger el canuto que nos conduce al Corral, sin rapelar. Porque no traemos equipo de escalada. La entrada se ve abierta, saco el piolet e inspecciono el terreno auque ya prácticamente hemos descartado entrar al Corral por la hora tan avanzada, otro día pisaremos los Machos.
A unos 150 m las huellas se cortan y dan la vuelta. Hay mucha nieve y el paso está cerrado.
En la soledad de la pendiente y con el piolet apoyándolo en la nieve, no dejo de ver la imagen de mi amigo John que tanto le gustaba llevar su piolet. Era lo único que llevaba siempre en las manos, todo el día, aunque no hiciese falta. No le gustaban los bastones.
Esta entrada la hicimos los dos la primera vez juntos, por ahí la tengo grabada en vídeo, luego hubo muchas más.
El día es frío y ventoso, lo que multiplica la sensación térmica y no precisamente hacia arriba. Llegamos al pico y nos bajamos junto al remonte para dar buena cuenta del gran buffet que empezó a surgir de las mochilas.
Con mi amigo Fran en la cumbre.
Fran y Jose Canario.
Me llamó la atención que sin darnos a conocer, la gente que había en cumbre comentaron algunas de nuestras aventuras, concretamente la integral en menos de 10 horas y episodio de “montañismo extremo”.
¿He dicho que hace frío?. A la vuelta el viento daba de cara y poníamos a prueba las gafas de ventisca, guantes, cortavientos, etc. Y a pesar del equipo las manos llegaban a desconectarse del resto del cuerpo y cuando volvían en sí dolían a rabiar.
Así llegó el crampón de Luis después del arreglo que le hicimos, aguantó toda la jornada.
Le aplicamos el mismo bricotruco que al de Arsenio, aunque aquella aventura fue de varios días, pero también aguantó.
Es un día de raquetas y no de crampones. Los pies se hunden en la nieve blanda llegando a las piedras que hay debajo. Es como correr con tacones altos por una pedriza. Pero fue un día maravilloso compartido con los amigos. Algunos llevábamos muchos años fuera de cobertura, intentaremos que en adelante los intermedios no sean tan grandes.
¡DE ALMANAQUE!.
Saludos traileros. Jes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario