Maravillosa carrera por el paisaje lapiaz de Zuheros. 26 km , 1290m positivos.
Se afianza el encuentro obligado en este precioso pueblo de las Sierras Subbéticas.
Lamentablemente, la ausencia de lluvia hace que el terreno se muestre árido. Más propio de los meses estivales y en discordancia total con el almanaque.
Recuerdo que en la edición anterior llovió un poco y las piedras resbaladizas provocaron bastantes caídas. Este año parecía que nos habíamos peleado con un oso. En algunos pasos las ramas y zarzas presentaban trampas como si de plantas carnívoras se tratara.
Por parte del grupo de Córduba Trail acudimos un nutrido grupo de corredores, senderistas, acompañantes y canes. Las fotos muestran el ambiente que se respiraba.
Senderistas.
A nivel personal el titular podría ser: “Correr en una burbuja”. Una semana antes ya había decidido no correrla, no podía correr. Una serie de reveses físicos, aparentemente invisibles, me hicieron desistir. Pero el viernes por la noche me lo replanteo y me conciencio de, al menos, ir a Zuheros. Allí decidiría si correr, hacer medio tramo o terminar, según fuese trascurriendo el día.
Nunca he corrido más tranquilo, ni siquiera calenté. Sé las cartas que llevo hoy, la baraja estaba para pegarle fuego. Pero si he decidido hacerlo, como no hay físico, solo queda la cabeza (afortunadamente es un órgano que tengo casi sin estrenar).
Salí sorprendentemente cómodo, tranquilo. Para agravar más la situación el día anterior había estado vomitando todo lo comido y las reservas de glucógeno estaban a cero. Había que gestionar minuciosamente la poca energía que tenía. A ritmo de ultra fui haciendo la vía verde donde coincidí con Jorge (otro córduba).
Había pactado con mi otro yo (el más sensato) que en las cuestas no correría, pero en alguna ocasión los dos miramos hacia otro lado. De todas formas, debía intentar alejarme todo lo posible del la zona anaeróbica, a ver si podíamos ir tirando poco a poco con las grasitas del cuerpo.
Si normalmente debes guardar una bala en la recámara, esta vez debía reservar dos o tres. No sabía si terminaría pero lo seguro es que después de una hora de carrera, en estas circunstancias, lo iba a tener bastante jodido.
El recorrido es un ocho casi perfecto y el perfil me recuerda al órgano mamario femenino. Bueno, vamos a centrarnos. Pasado medio ocho y el primer pecho (interprétalo como quieras) decido continuar porque ese trayecto no lo conocía entero del año anterior, al estar de reportero solo pude cubrir algunos de los tramos.
Intenté, como último recurso, paliar el déficit de energía con un desayuno rico en hidratos tres horas antes de la prueba. Pero las nauseas continuaban y no podía hacer la digestión. A veces me faltaba el aire, llegué afónico de los ácidos que me subían a la garganta.
Regulando constantemente, mirando para dentro, me guiaba por sensaciones intentando disfrutar en la medida de lo posible. “Completamente en una burbuja”. No miré ni una sola vez ni adelante, ni atrás. En las bajadas me soltaba con mucho control y en las subidas casi siempre andaba.
Apenas sin saberlo, llevé media carrera detrás a Paco Fernández (otro amigo córduba) era la primera carrera en la coincidíamos y seguramente le habré dejado una imagen de puro autista. Desde aquí quiero disculparme, pero no había fuerza ni para decir tonterías.
Paco Fernandez.
Domi y Pablo.
El bichuche asqueroso que tenía en el estómago no me permitió disfrutar de la paella (por parte de la organización) ni del picnic (jamón incluido) que habían preparado mis traileros, del que estoy seguro que dieron buena cuenta. Otra vez será.
Álvarez templando el jamón.
Antes de cerrar quiero felicitar a la organización y que perdonen la broma del titular “cuidado una piedra”. El terreno calizo me encanta, me recuerda a mi tierra natal.
Que no se me olvide, también hubo podium.
Que no se me olvide, también hubo podium.
Saludos traileros. Jes.
Granaino, no tienes que disculparte, lo que te tengo es que agradecer ese traguito de agua o ya no te acuerdas. Y lo de que ibas malo, no lo parecia, madre mia que bajada te marcaste en el Bailon.
ResponderEliminarUn abrazo Jesus.